Somos unos afortunados. Esta semana, gracias a la visita de la mamá de Iker, hemos podido conocer de primera mano el funcionamiento de una farmacia y algunos de los medicamentos que venden allí.
Teníamos muchas ganas de esta visita porque nos surgían muchas preguntas al respecto que queríamos hacer a Esther, como si el médico también va a la farmacia, si pinchan las vacunas allí, o qué hacen con las recetas cuando las llevamos para que nos den las medicinas.
Además de respondernos con mucha paciencia y explicarnos todos los procedimientos que tienen lugar allí, nos ha dejado ver y tocar algunas cajas de pastillas, pomadas, jarabes, y ¡hasta biberones y chupetes!
También nos ha contado que en la farmacia pueden mirar cuánto azúcar tenemos en la sangre, haciendo un pequeño pinchazo sobre la piel que mide la cantidad de éste en nuestro organismo. Lo de los pinchazos no nos gusta mucho, pero ya nos ha explicado que ¡no duele nada!
Además, hemos aprendido que existen diversos medicamentos en función del sitio por donde se administran. Si es por la boca, se llama vía oral, y si es por la piel, vía tópica.
Después, hemos abierto algunas cápsulas para ver su contenido.
Unas de ellas eran muy divertidas, porque tenían pastillas diminutas dentro de la cápsula.
Después, Iker y Esther nos han hecho una demostración de cómo compramos el medicamento en la farmacia. Como pacientes, llevamos la receta y el farmacéutico se queda con el cupón, que pega en la receta para controlar la venta de los medicamentos, ya que los pacientes sólo pagamos una parte de estos al comprarlos.
Después, nosotros también hemos hecho nuestras propias recetas.
Y encima, ¡nos ha regalado unas tiritas de Minion que curan cualquier herida!
¡Muchas gracias por tu visita, Esther!