jueves, 9 de julio de 2015

Y EN VERANO, ¿QUÉ HACEMOS?

El verano es un período largo en el que se puede disfrutar de la realización de actividades que no tenemos tiempo de hacer durante el curso o que no es posible llevar a cabo por razones meteorológicas. 

Las familias, muchas veces, piden consejo para ver qué tipo de actividades pueden hacer con sus hijos, cómo entretenerles durante las horas de calor o cómo aprovechar el tiempo para reforzar determinados aprendizajes.


Y como maestros y maestras, por qué no, podemos lanzar una serie de propuestas encaminadas a fomentar la autonomía de los niños durante el período estival, a hacerles más creativos, a ayudarles a disfrutar de las posibilidades que el medio nos ofrece, a valorar los recursos a nuestro alcance, a explorar sus posibilidades sensoriales, a ayudar a los demás, y un largo etcétera de objetivos que les ayudarán a desarrollarse como personas y a crecer tanto intelectual como emocionalmente. 
Y además es la oportunidad perfecta para permitir a papás, mamás, abuelos, tíos y primos compartir momentos divertidos bajo el sol.

Aquí os dejo una recopilación de actividades para sobrellevar el calor y disfrutar del tiempo libre:



  • Juegos en la piscina: Podemos proponer diversos retos mientras nos bañamos (por ejemplo, a ver quién es capaz de saltar más alto dentro del agua, quién sabe chapotear más fuerte, etc.).
  • Búsqueda del tesoro: Si tenemos la oportunidad de ir a la playa, podemos jugar a la búsqueda del tesoro y recoger pequeños regalos que el mar nos deja en la orilla (conchas, piedras bonitas, etc.). Seguro que después podemos aprovecharlas para decorar un jarrón o podemos pintar las piedras con diferentes diseños. ¡Y eso es aún más divertido!
  • Jugar con la arena: Podemos necesitar un cubo, palas o diferentes envases con formas para dejar a los niños volar su imaginación y construir castillos, murallas y animales alrededor de ella. Pero si no tenemos nada a nuestro alcance, no pasa nada. Podemos jugar a hacer dibujos en la arena, escribir cosas o incluso adivinar el mensaje rápido antes de que la ola borre lo que hemos escrito. 
  • Juegos con globos de agua: Y si por un casual no hay una piscina a vuestra disposición, o no es posible ir a la playa, podéis pasar un rato muy divertido y refrescante si os hacéis con una bolsa de globos de agua y organizáis diversos juegos con ellos. Por ejemplo, el juego de "Sobre sobre" en el que se lanza el globo y se dice el nombre de un compañero, quien lo tiene que cazar al vuelo; o "carreras de relevos", o "carreras llevando el globo en la cabeza", o cualquier otra cosa que se os ocurra.
  • Burbujas de jabón: Un pompero también puede ser un objeto divertido y muy apropiado para los niños puesto que ayuda a que se desarrolle la motricidad bucolinguofacial (soplo, control de la respiración, etc.). Algunas actividades que podemos realizar son: caza de burbujas, a ver quién es capaz de hacer la burbuja más grande, quién consigue lanzar más, o cuáles vuelan más alto. Las sonrisas están aseguradas. 



En ocasiones, lo que sucede es justo lo contrario, y nos cuesta pensar actividades con las que entretenerlos durante las horas en las que es imposible salir de casa debido al calor. Pues aquí os dejo algunas ideas: 

  • Elaborar collares y pulseras con objetos cotidianos o con pequeñas cuentas de plástico. Hay que tener en cuenta que las piezas deben ser grandes y controlarles cuando estén jugando para que no ingieran ninguna. Por ejemplo, podemos utilizar macarrones que previamente hemos pintado con témpera, o si les ayudamos, podemos agujerear las conchas que hemos recogido en la playa y colocar alguna en nuestro collar. Para trabajar aún más, podemos realizar un diseño en el que utilicemos series de colores o de distintos tamaños.
  • Decorar piedras : Utilizando témperas y pegamentos de purpurina, podemos decorar piedras lisas del río o la orilla del mar que puedan servir de pisapapeles o de sujetapuertas . Además, podemos hacerlos de forma personalizada y trabajar las letras, escribiendo el nombre del destinatario en algún lugar. 
  • Crear un cómic o una historieta: podemos escribir con ellos una pequeña historia y crear las ilustraciones para ese cuento. Dependiendo de la edad, podrán escribirlo completamente, o sólo algunas palabras, pero intentando respetar su idea de la historia y ayudándoles a que le den forma en el papel. Cuando esté terminado, podemos guardarlo en su biblioteca para que lo pueda leer tranquilamente. De esta manera, estamos trabajando su creatividad, reforzando la lectoescritura y el dibujo, ayudándole a organizar su pensamiento y a establecer una secuencia temporal dándole todo el protagonismo y mejorando su autoestima.
  • Juegos de mesa: Son muy adecuados para las tardes en casa y una opción muy divertida para jugar en familia. Con los juegos de mesa trabajamos los números, el conteo o la aceptación de las reglas del juego. Algunos sencillos son la oca, la escalera, el tres en raya, las cartas de familias, "Pi" (búsqueda de palabras que empiecen por la letra que se proponga), pictionary, etc.
  • Pintar un cuadro: Si algo les gusta a los niños es pintar con pincel, mezclar colores, manchar, salpicar con color un lienzo en blanco. No tiene por qué ser un lienzo y no tienen por qué ser óleos, pero experimentar con diferentes materiales (acuarelas, témperas, tizas, agua, tinta, etc.) y diferentes texturas puede ser una manera divertida de dejarles crear sus propias obras de arte. 
  • Cocinar: Preparar un menú con ellos, o realizar determinados postres puede ser también muy motivador, y normalmente disfrutan mucho durante todo el proceso. Hacer unas ricas galletas de diferentes formas y decorarlas es un plan perfecto para los ratos de aburrimiento. También podemos hacer brochetas de frutas, pan casero, pizza y muchos platos en los que puedan participar activamente.
  • Manualidades con material reciclado: Los niños son una fuente inagotable de imaginación, y es por ello que son capaces de transformar cualquier cosa en un juguete o en un ser en movimiento. Podemos utilizar muchos materiales de desecho (tapones, botellas, hueveras, etc.) para crear nuevos objetos como coches de carreras, trenes, bolos, ranas saltarinas, instrumentos musicales, marionetas y muchas cosas más. 
  • Arcilla o plastilina, un clásico: No podemos olvidarnos que trabajar la motricidad fina es también fundamental para los niños de estas edades. Jugar a hacer formas con la plastilina o la arcilla les ayuda a desarrollar fuerza en las manos y a manipular objetos con cada vez mayor precisión. Si utilizamos arcilla, podemos dejarla secar y pintarla después para hacer distintas figuras u objetos decorativos. 



La ciudad, en verano, suele quedarse bastante vacía y aunque tradicionalmente no había mucho por hacer, actualmente es habitual que se organicen diversas actividades para niños al aire libre. Además, también podemos:

  • Visitar espacios culturales: Durante este período es buena idea conocer un poco mejor nuestra ciudad, y podemos visitar algunos museos o lugares importantes con visitas adaptadas al público infantil. 
  • Estar en contacto con la naturaleza: Es buena idea aprovechar el buen tiempo para salir a pasear por la ciudad, observar los insectos que viven cerca de los ríos o en los parques, hacer caminatas por senderos sencillos, u organizar un picnic. 
  • Jugar en el parque: Casi todo el mundo tiene a su alcance un parque urbano en el que invertir el tiempo. Allí podemos motivarle para que suba por las escaleras, trepe por redes, baje por el tobogán, atraviese túneles y gane seguridad en sí mismo. Si dispone de arenero podemos realizar actividades como las que hemos propuesto para la playa. Y para los más valientes, quizá podemos animarles a que prueben por primera vez a subirse en una bici o en unos patines. 
  • Decorar la calle: Sobre todo en los pueblos donde no hay tráfico, o en patios privados, podemos dejar a los niños una caja de tizas y dejarles que decoren la acera dibujando o escribiendo cosas bonitas. Incluso podemos ayudarles a dibujar una rayuela o circuitos que les permitan jugar a otro tipo de juegos tradicionales.
  • Ver las estrellas: Durante el verano hay numerosos fenómenos que suceden en el cielo y que llaman la atención de los más curiosos, y de los que no lo son tanto. Podemos buscar distintas constelaciones, relajarnos bajo el manto celeste y observar las lluvias de estrellas que tienen lugar en este período. 
  • Asistir a un teatro de guiñol: En verano suele haber representaciones al aire libre con títeres que nos hacen trasladarnos a otras épocas y vivir aventuras diversas con personajes muy pintorescos. Sin duda es una actividad altamente recomendable para el verano.



Además de divertirnos, podemos proponer a los niños actividades para desarrollar la agilidad mental, la atención y otro tipo de habilidades. Algunas de ellas son muy apropiadas para el trayecto del viaje o para las esperas en distintos lugares. 

  • Contaros un cuento: Cualquier momento es bueno para escuchar la narración de un cuento, y si es de forma oral mejor. Jugad a completar pasajes de la historia, a realizar las onomatopeyas que van sucediéndose, y sorpréndeles con diferentes voces y sonidos. Después lo podéis hacer al revés y que sean los niños los que os cuenten el cuento a vosotros.
  • Escribid una postal o una carta: Aunque actualmente tenemos toda la información a nuestro alcance y mandar un email es lo más rápido, escribir una postal desde el sitio de vacaciones sigue teniendo su encanto. Elegid una y escribid un mensaje corto a algún familiar o amigo, echadla al buzón y a esperar que llegue a su destino.
  • Veo, veo: Podéis adaptarlo a cada edad y a cada situación, utilizando la inicial de la palabra, un color, una forma o lo que queráis. 
  • Palabras encadenadas: Juego en el que cada palabra que se diga debe empezar con la misma sílaba en que acabe la palabra anterior: pa-ta, ta-cón, con-cha, cha-que-ta... Es muy útil para trabajar la conciencia fonológica, y realmente les encanta, aunque es más apropiado para cinco años. 
  • Otras actividades como realizar puzzles y rompecabezas, jugar al dominó o a las adivinanzas. 



Pero por encima de todo, no podemos olvidar que los niños cada vez tienen que adquirir mayor autonomía conforme van creciendo, adoptando responsabilidad sobre actividades de la vida diaria, y participando ampliamente en la vida familiar y social de diversos modos. Algunas tareas que proponemos para seguir ayudándoles en este aspecto son:
  • Ayudar en las tareas domésticas que sean apropiadas para su edad: hacer la cama, poner la mesa, recoger los juguetes...
  • Realizar actividades de forma autónoma relacionadas con la higiene o el vestido: lavarse, peinarse, ponerse la ropa solos, aprender a abrocharse los zapatos, etc.
  • Ayudar a escribir la lista de la compra.
  • Regar las plantas o cuidar de las mascotas que se tengan en la casa.
  • Comer solos utilizando adecuadamente los cubiertos.
  • Aprender a reciclar y hacerles conscientes de ese proceso: qué contenedores hay, qué echamos en cada contenedor, etcétera.
Cualquier actividad que les involucre en las tareas de los adultos es altamente gratificante para ellos si las realizan de manera autónoma. Verse capaces de hacer las cosas que hace mamá o papá les hace adquirir seguridad en sí mismo y refuerzan su sentimiento de independencia del adulto y su autoestima. 

Pero sobre todo, aprovechad el buen tiempo, salid a pasear, respirar el aire fresco y disfrutad del tiempo, que pasa volando. 

Si tenéis más sugerencias o ideas para trabajar en verano con los peques, podéis hacer vuestros comentarios que son más que bienvenidos. ¡Felices vacaciones!

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