Después de una semana llena de esqueletos, calabazas, brujas y fantasmas, llegó el día de Halloween en el cole.
Lo que no sabíamos es que nos esperaban muchas sorpresas ese día.
Por la mañana, las señoritas se habían transformado en brujas, y las clases en lugares tenebrosos llenos de telarañas, luces y calderos.
Nosotros hicimos una poción mágica para hacernos invisibles. Añadimos todos los ingredientes, los mezclamos bien, y ¡abracadabra! Algunos dicen que funcionó.
Y por la tarde nos pusimos así de naranjas para nuestra función de Halloween que habíamos estado preparando con la señorita Raquel.
Pero cuando llegamos al gimnasio, lo mejor no había hecho más que empezar.
Algo extraño sucedía allí, y junto con nosotros había un montón de esqueletos y de monstruitos que también nos bailaron su canción.
Los profes de inglés, además, vaciaron una calabaza y fabricaron a Jack O'Lantern que se iluminó con una luz siniestra. ¡Uuuuuh!
Y para terminar, nos fuimos de allí con un regalo terrorífico.
Trick or treat?
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