La semana pasada tuvimos la oportunidad de convertirnos en granjeros y granjeras durante un día. Fue el reto que nos propuso Lucía, nuestra profe en la granja escuela La Torre, en Miralbueno y lo hicimos a las mil maravillas.
Desde que dejamos nuestras mochilas y nuestros abrigos, estábamos deseosos por ver a los animales, pero la primera parada fue en la cocina. Y es que teníamos un encargo secreto para nuestro grupo: un bizcocho de yogur que degustaríamos después de comer. ¡Y qué rico nos quedó! Debió ser cosa del trabajo en equipo, porque cada uno echó un ingrediente y removió, removió, removió...
Nos fue enseñando la receta paso a paso, y aquí os la dejo por si la queréis volver a hacer en casa:
- 3 huevos.
- Un yogur, cuyo envase guardaremos como medidor.
- 2 vasos de azúcar.
- 3 vasos de harina de trigo.
- 1 vaso de aceite de girasol.
- Una cucharada o sobre de levadura.
Además, Lucía nos explicó de dónde sacaban el aceite de girasol, y nos enseñó una de las flores de donde sacamos alguna pipa para comprobar su explicación.
Después de hacer la masa, a hornear y... ¡a almorzar!
¡Y cómo nos lo pasamos! El almuerzo y la comida pudimos disfrutarlos al sol en una pradera que después sirvió como lugar de exploración: insectos, flores, excavaciones de dinosaurios... Vamos, ¡un descubrimiento en toda regla!
Después de coger fuerzas, estábamos preparados para ver a los animales.
Sin duda, fue la actividad que más nos gustó, y es que pudimos tocar algunos de ellos, y además darles de comer. ¡Fue una gran experiencia!
Vimos de todo tipo de animales: cabras, ovejas, gallinas y pollitos, conejos pavos, burras (Panchita y Candela), una vaca (Matilda), y a la cerda nos tuvimos que asomar a verla porque se puso de parto la noche anterior y estaba muuuuy cansada. Eso sí, Lucía nos dejó tocar a uno de los 15 lechones que había tenido y nos encantó. ¡Era muy, muy pequeño!
Después, a lavarse las manos y ¡a comer!
Por último, durante la tarde, conocimos al perro pastor de la granja, Rabadán, que estaba tranquilo en su caseta y fuimos a ver los patos y ocas, a los que les dimos unos puñados de maíz. Estuvimos tan atentos, que incluso vimos algún huevo por el suelo que estaban incubando las patas.
Después Lucía nos acompañó hasta el huerto, y con ayuda de un jadico plantamos una lechuga cada uno. Le pusimos hasta un nombre: Lechuguina, Lechugón, Ana, Corazón, Frozen... ¡Hubo de todo tipo de nombres!
Y tras la visita al huerto, probamos una rica tarta de palomitas que había hecho la clase de la señorita Eva y nos preparamos para subir al autobús.
¡Fue un día super chulo!
A continuación, os pongo el enlace para descargar las fotos de la granja. También tengo algún vídeo que no he podido subir, si a alguien le interesa, podéis traer un pen-drive a clase y os los grabo.
¡Mirad qué bien lo pasamos!